Las caricias y su importancia vital

En el marco del análisis transaccional, las caricias son entendidas como la unidad básica de reconocimiento interpersonal. Una caricia no siempre implica contacto físico, pues desde esta teoría un saludo, una sonrisa, una mirada, un mensaje en el Whats App son caricias. Desde los primeros momentos de vida, los seres humanos desarrollan una necesidad profunda de ser reconocidos por los demás, un reconocimiento que puede manifestarse a través de caricias físicas, verbales o emocionales. Estas caricias no solo son importantes para la supervivencia física, al satisfacer necesidades básicas como la comida, la seguridad o el refugio, sino también para la supervivencia emocional y psicológica. En una sociedad en la que la autorrealización es una aspiración lejana para muchos, los niveles de pertenencia y reconocimiento se vuelven fundamentales para nuestro bienestar.

A lo largo de nuestra infancia, dentro de nuestras familias y comunidades, aprendemos patrones de cómo recibir y rechazar caricias. Estas pueden ser positivas, como elogios, gestos de afecto o aceptación, o negativas, como críticas, insultos o el rechazo. Cada individuo, desde su infancia, desarrolla un «guion de vida» que incluye la forma en que busca, recibe y responde a estas caricias. En este proceso, algunas personas pueden volverse dependientes de recibir caricias negativas, lo que perpetúa comportamientos tóxicos, mientras que otras aprenden a evitar las caricias positivas, limitando su capacidad para recibir amor y reconocimiento genuino.

La repetición de estos patrones de búsqueda de caricias en la vida adulta tiene un impacto profundo en nuestra salud emocional y psicológica. Si nuestras estrategias para obtener caricias están alineadas con nuestras necesidades genuinas y son saludables, experimentamos satisfacción, seguridad y bienestar. Sin embargo, cuando los patrones son tóxicos o disfuncionales, pueden surgir sentimientos de vacío, tristeza, falta de energía o motivación, e incluso la sensación de que nuestras acciones carecen de sentido. Esto puede llevar a una desconexión tanto con nosotros mismos como con los demás, impactando nuestras relaciones y nuestra calidad de vida.

Es en estos momentos cuando resulta crucial revisar el papel que las caricias juegan en nuestra vida. A través del análisis transaccional, podemos explorar cómo los patrones aprendidos desde la infancia influyen en nuestras interacciones actuales, y cómo podríamos estar perpetuando dinámicas insatisfactorias. Entender qué tipo de caricias buscamos, por qué las buscamos y cómo las obtenemos, nos permite redirigir nuestra energía hacia formas más saludables y gratificantes de reconocimiento, tanto de los demás como de nosotros mismos.

Te invito a reflexionar sobre el papel que las caricias juegan en tu vida. Si sientes que experimentas un vacío, desmotivación o tristeza, o si te encuentras repitiendo patrones de comportamiento poco saludables, es posible que sea el momento de revisar tus formas de recibir y dar caricias. La terapia virtual puede ser un espacio seguro y accesible para explorar este aspecto crucial de tu vida, y para redescubrir formas más sanas de interactuar con los demás y contigo mismo.

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